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Más presión a la inflación: por la suba de un impuesto, podría haber otro aumento en el precio de la nafta

Es por la actualización del impuesto a los combustibles, que el gobierno anterior prorrogó desde hace más de dos años hasta el 1° de febrero. La necesidad fiscal del ministerio de Economía y el impacto en el IPC

Con un ojo puesto en la desaceleración de la inflación y el otro en las cuentas fiscales, el ministro de Economía, Luis Caputo deberá definir en los próximos días un tema clave para ambos frentes: la actualización del impuesto a los combustibles.

El denominado impuesto a los combustibles son en rigor dos tributos de suma fija -el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono- que se ajustan trimestralmente desde 2018 de acuerdo a la evolución de la inflación. Ese ajuste impacta en su totalidad en el precio final de la nafta.

El dilema para Caputo ahora no es menor. Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que se está evaluando el asunto, aunque todavía no hay una definición concreta. Es que lo que ocurra en el Congreso con las retenciones puede resultar determinante en la agresividad que se le aplique al sendero de corrección de ese impuesto. O, incluso, para un nuevo mecanismo de aplicación.

Caputo mantuvo ayer reuniones con entidades empresarias para intentar quebrar la resistencia a la suba de retenciones. El impuesto al combustible, una fuente alternativa de ingresos.Caputo mantuvo ayer reuniones con entidades empresarias para intentar quebrar la resistencia a la suba de retenciones. El impuesto al combustible, una fuente alternativa de ingresos.

En las petroleras, en tanto, descartan que haya una nueva prórroga pero todavía no tienen certezas del camino que tomará Economía. Cuanto más veloz sea la recomposición del impuesto, mayor será el impacto en la inflación. A la inversa, cuanto más gradual el ajuste el impuesto, menos recursos para alcanzar el santo grial del déficit cero.

Con shock o gradualismo, la necesidad de decidir sobre la cuestión no podría ser más inoportuna para Caputo. Si bien hay señales de desaceleración de la inflación en lo que va de enero, febrero es el verdadero test para el equipo económico, que aspira a un indicador por debajo del 15%. Sin embargo, el ajuste de tarifas dispuesto tanto el luz, como electricidad y también transporte implicaría un impacto de al menos 7 puntos porcentuales, Sumarle una nueva suba en el precio de la nafta conspiraría seriamente contra el objetivo inicial y tendría, también, un impacto impredecible en las expectativas inflacionarias. Como recordatorio, el cálculo de los petroleros es que, cada 10% que se sube el precio de la nafta, el IPC acusa 1 punto más de inflación.

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