La cebolla de verdeo tiene muchos beneficios y es fuente de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que protegen el corazón y las defensas
La cebolla de verdeo tiene muchos beneficios y es fuente de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que protegen el corazón y las defensas.

La cebolla de verdeo tienen altos niveles de vitamina C y la vitamina K, los cuales son esenciales para el funcionamiento de los huesos.
La vitamina C ayuda en la síntesis de colágeno para huesos fuertes, mientras que la vitamina K juega un papel clave en el mantenimiento de la densidad ósea.
La cebolla de verdeo es uno de esos ingredientes que suman frescura y sabor a muchas comidas del día a día. Pero además de su uso gastronómico, esta hortaliza tiene propiedades medicinales que la convierten en un complemento natural para cuidar la salud cardiovascular, digestiva y respiratoria.
Conocida también como cebolla de hoja, cebolla larga o cebollín, pertenece a la familia de los Allium, como el ajo y la cebolla común o popularmente, cebollita de verdeo.
Su riqueza en compuestos azufrados (como la alicina y otros tiosulfinatos) le otorgan efectos antimicrobianos y antioxidantes, que fortalecen el sistema inmune y ayudan a combatir infecciones leves, sobre todo respiratorias.
La cebolla de verdeo aporta antioxidantes naturales como la quercetina y vitaminas esenciales (C, A y K), que protegen las células del daño oxidativo y regulan la inflamación. Además, su contenido de potasio y folatos la convierte en una aliada del sistema nervioso y cardiovascular.
Diversos estudios sugieren que los compuestos de la cebolla de verdeo favorecen la circulación, ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y previenen la formación de coágulos, contribuyendo a proteger el corazón.
Las cebollas de verdeo contienen carotenoides como la luteína y la zeaxantina, que ejercen un efecto protector ocular. Este vegetal verde contiene vitamina A que juega un papel vital en el mantenimiento de la visión normal.
También se encuentran a proteger los ojos de la inflamación y la lucha contra la degeneración macular – una condición clínica que resulta en la pérdida de la visión.

Su efecto digestivo se recomienda consumirla fresca sobre ensaladas, guisos y tortillas, ya que estimula los jugos gástricos y ayuda a aliviar las digestiones pesadas.
En forma de caldo o infusión, la medicina popular la ha utilizado para despejar las vías respiratorias y calmar la tos leve.
La mejor forma de preservar sus antioxidantes es consumirla cruda o con cocciones breves. Sumada a ensaladas, omelettes, guisos o sobre una sopa caliente al final de la cocción, mantiene su sabor característico y sus nutrientes esenciales.
Aunque es segura para la mayoría, quienes padecen gastritis, colon irritable u otros trastornos digestivos deben consumirla con moderación, ya que puede generar molestias si se la ingiere cruda o en grandes cantidades.
Por su efecto anticoagulante leve, es aconsejable consultar con el médico si se toman medicamentos para la coagulación.
