Entre la música, la espiritualidad y un inesperado lazo familiar.
Lejos de la televisión, Nancy Anka, recordada por su papel de Jose en la exitosa ficción de Telefe Grande Pa!, encontró un camino personal en la música, el teatro y el budismo. Además, en los últimos años estrechó lazos con un pariente famoso: el cantante Paul Anka.
Nancy Anka fue uno de los rostros más populares de la televisión argentina a comienzos de los años 90. Su personaje de Jose, la hija mayor de Arturo Puig en Grande, Pá!, convirtió a la actriz en una figura entrañable para millones de televidentes. Sin embargo, el vértigo del éxito no la retuvo en la pantalla chica: con el tiempo eligió correrse de los grandes focos y construir una carrera más íntima, marcada por la música, el teatro y la búsqueda espiritual.
Un presente artístico distinto
A los 54 años, Anka se prepara para estrenar Íntimo, un espectáculo en el que combina canciones de rock nacional y folklore con relatos personales. La propuesta, que verá la luz a fines de agosto en el Teatro El Cubo, tiene como eje la conexión directa con el público: cada tema funciona como un puente hacia recuerdos y emociones compartidas. Tras su debut en Buenos Aires, la obra iniciará una gira por distintas ciudades del país.
“Hoy me interesa lo que pasa en el encuentro con la gente. No es tanto la fama, sino lo que se genera en ese ida y vuelta”, expresó en entrevistas recientes, dejando en claro que su búsqueda artística ya no está atada a los cánones tradicionales de éxito.
Budismo y fortaleza interior
Más allá de los escenarios, Nancy Anka incorporó el budismo hace más de dos décadas como parte fundamental de su vida. Esa práctica le permitió atravesar con serenidad etapas difíciles y le enseñó a priorizar la fortaleza interior por sobre la exposición mediática.
“La práctica me ayudó a sostenerme, a no perder el eje en momentos complejos. Aprendí a valorar lo esencial y a no medir mi vida en función del reconocimiento externo”, suele explicar cuando habla de su relación con la espiritualidad.
El vínculo con Paul Anka
En los últimos años, un dato inesperado volvió a poner su apellido en escena: la actriz retomó el contacto con su primo, el legendario cantante Paul Anka. Durante mucho tiempo sus caminos transcurrieron en paralelo, sin mayores cruces. Sin embargo, un encuentro propiciado por amigos en común generó un acercamiento que promete profundizarse.
“Fue un reencuentro que me sorprendió y me alegró. Tener la posibilidad de compartir con alguien de mi familia que tiene una trayectoria tan grande es muy valioso”, reconoció.
Una trayectoria fiel a sí misma
Tres décadas después de haber sido “la chancle” de Grande, Pá!, Nancy Anka sigue apostando por un camino propio. Encontró en la música, el teatro y la espiritualidad las bases de una vida artística auténtica, guiada más por la búsqueda de conexión real que por el brillo fugaz de la fama.