InicioPolíticaFeroz interna por la Auditoría, la pelea de los cordobeses y Javier...

Feroz interna por la Auditoría, la pelea de los cordobeses y Javier Milei estatista

La UCR, el PRO y el peronismo debaten por tres cargos clave en la AGN.

Juez, De Loredo y Negri también miran las legislativas 2025 y la gobernación 2027.

Las empresas públicas que se crearon con la Ley Bases.

La pelea por la Auditoría: una radiografía de la política

La batalla por la cobertura de tres vacantes en la Auditoría General de la Nación brinda una radiografía clara y sintética de la política, cuando la gestión Javier Milei llega al umbral del tercer trimestre. El desenlace será el próximo miércoles 7 de agosto.

Ese día los partidos que proponen candidatos a las tres sillas mocionarán porque la Cámara de Diputados (encargada este año de proveer los reemplazos) los apruebe. La previa del debate tendrá lugar este martes en la reunión presencial del bloque de la Unión Cívica Radical, en donde se ajustará quién representará a ese partido.

El exdiputado Mario Negri tiene el respaldo de 22 legisladores de la bancada del partido, nómina que ya está en conocimiento de la presidencia de la Cámara (Martín Menem). El bloque debe formalizar la candidatura, frente a la tibieza de continuar ese mandato del jefe del bloque, Rodrigo de Loredo, competidor de Negri en la puja política en el distrito Córdoba.

De Loredo cuestiona esa nominación, con el apoyo de algún gobernador de la UCR que también considera que ponerlo a Negri en la AGN es ponerlo de nuevo en carrera. Negri ya está en carrera como dirigente a nivel nacional en una pelea clave para el futuro.

Solidez vs. disfuncionalidad

Los protagonistas de la puja por cubrir vacantes en este organismo precipitan acciones que tienen origen y consecuencias en la suerte de sus partidos. La integración de la AGN prevé que los integrantes sean propuestos por el Congreso, según la representación proporcional.

Ese loteo es poco claro en una Argentina que mezcla dos factores. Uno es la solidez de su sistema político -único en la región y en el Occidente europeo que descansa en la democracia liberal-, que puede asegurar alternancias de gobierno de signo contrario sin un solo disparo, sin proscripciones, fraudes, asilados, destituciones y otras desgracias institucionales que afectan desde Chile hasta los Estados Unidos.

Esta solidez descansa en la capacidad de representación de las grandes familias políticas que se articulan en las dos coaliciones que han disputado el poder en la última década. La existencia del instituto del balotaje permitió que sea presidente Milei como consecuencia de la derrota que sufrieron en diciembre pasado Unión por la Patria (del espectro del peronismo) y Cambiemos (del espectro del no peronismo).

El segundo factor es la disfuncionalidad de que la Argentina haya ingresado hace ya una década al lote de los países con gobiernos de minoría: Milei es el tercero en este lapso, después de la gestión de Juntos por el Cambio en 2015 (segunda minoría en las dos cámaras del Congreso) y la de Alberto Fernández (el eslabón más débil de un peronismo invertebrado que tuvo en su propia vicepresidenta a su principal oposición).

La eterna trama cordobesa

Es presumible que De Loredo se haga eco del Gobierno, que tiene la intención de armar un partido político nacional para 2025. En Córdoba, Olivos ya tiene una preferencia respecto de la candidatura de Luis Juez -hoy senador- para ser diputado nacional y hacer una campaña que le haga ganar competitividad y disputar la gobernación en 2017.

Juez preside el PRO en el Senado y es el único de su tribu que mantiene reuniones privadas con Milei en Olivos. De Loredo intenta ganar posiciones haciéndose eco de un sector del Gobierno que quiere una silla en la AGN para uno de sus referentes, en este caso el abogado Santiago Viola.

El desaire a Negri, quien ya tiene el respaldo de la mayoría de su bloque (22 sobre un total de 33/34), es una manera de ganar el favor de Olivos para su disputa cordobesa. En sus intentos por desbaratar las chances de Negri, De Loredo propuso a otros candidatos, como Alejandro Cacace y Pamela Verasay.

En algún mensaje a sus legisladores condicionó la aceptación de la moción Negri a que el bloque, de ahora en adelante, acate la aprobación de sus proyectos sin chistar. Este gesto expresa, además, la necesidad de impedir que siga teniendo gravitación en su bancada el médico Facundo Manes, que maneja un grupo de legisladores librepensadores que actúan por las suyas.

Negri tiene también el apoyo de la mayoría de los gobernadores del partido y del sector de Evolución, que conducen Emiliano Yacobitti y Martín Lousteau, y de Maxi Abad, presidente del partido en la provincia de Buenos Aires.

Un delicado equilibrio

El nombre de Negri tiene incluso el apoyo de otras bancadas. El PRO, que asegura proponer al exdiputado y exministro macrista Jorge Triaca, también sostiene a Negri. Cristian Ritondo entiende que, si la UCR propone a otro candidato, se sentirá liberado de cualquier compromiso y buscará algún acuerdo con otras fuerzas, o para un hombre propio.

El peronismo también consiente el nombre de Negri. En el loteo le toca una silla como primera. Para esa vacante están nominados Guillermo Michel (sector Massa), Juan Ignacio Forlón (sector Cristina), Virginia García (sector Máximo) y Carlos Lugones Aignasse (sector Gerardo Zamora, quien es en sí mismo una multipartidaria que se aviene a todas las alianzas que alimenten su hegemonía en Santiago del Estero).

Como ocurre con el PRO, si no va Negri por la UCR, el peronismo se sentirá liberado para proponer a dos candidatos. También avanzará en esa pretensión si se cae el candidato del PRO. Triaca es el asesor y máximo estratego de Mauricio Macri. El paulatino distanciamiento de Mauricio del Gobierno tiene que moderarse hasta que se elijan a los auditores. Si se cae Triaca, también el peronismo y La Libertad Avanza irán por dos de las sillas.

Silencio mata presunción de inocencia

Con estas demoras, el tono de la gestión adopta rutinas que contradicen banderas del mileísmo y recorren caminos que ya pisaron gobiernos anteriores. La mordaza hacia toda información oficial que se salga de las astracanadas personales de los protagonistas, privan de explicaciones a decisiones graves.

Mientras el propio Gobierno exalta las banalidades (así las calificó el ingenioso procurador Rodolfo Barra en un exquisito dictamen) de la División Canes de Olivos, o las relaciones ríspidas de Milei con animadores de radio y otras trivialidades, entre otras, es inquietante que no se den razones exhaustivas sobre la salida del país de lingotes de oro (o certificados de propiedad) para hacer negocios.

El silencio impide prever si algún buitre petrolero (disfrazado de abogado de la raza Burford) no se cobra la deuda por la peregrina y ruinosa estatización de las acciones de Repsol en YPF que perpetró el gobierno de Cristina. Si ocurre, será un hecho consumado sin explicación.

El Gobierno debe aprender de los efectos tóxicos de no dar explicaciones. El peronismo del ciclo Duhalde-Kirchner creyó hacer virtud del silencio. No dio explicaciones de muchas de sus decisiones. Tampoco ofreció respuesta a sagas narrativas con cuadernos, valijas de López, dólares de Antonini Wilson, aduanas paralelas, sociedades de YPF con expertos en mercados regulados, muerte de fiscales.

Pasaron los años, el silencio se convirtió en admisión pasiva de denuncias, y las explicaciones que se deben son tantas y tan espesas que no hay tiempo ya para ponerse al día. El silencio anuló la presunción de inocencia.

¿Son privatistas o estatistas?

La consecuencia es el desprestigio de las figuras del peronismo que gobernó en las últimas décadas. Hay explicaciones que ahora debe este Gobierno. Por ejemplo, si es privatista o estatista. De la boca para afuera son privatistas y la ley de Bases puso en la lista de transferencias a manos privadas varias alhajas de la abuela. Pero en pleno debate legislativo, el Gobierno creó cuatro empresas estatales para administrar centrales hidroeléctricas de la Patagonia con la concesión vencida.

Una de ellas es Hidroeléctrica El Chocón, que reemplaza a la Hidronor que administraban los italianos. ¿Seguirá el gobierno estatizando empresas? Prometieron bajar impuestos y los suben, abrir mercados y siguen con el cepo, etc. No basta con decir, como lo hizo Milei este domingo en la Rural, que a fin de año van a levantarlo. Le recordó el diputado lilista Juan Manuel López que ese impuesto vence en diciembre y no se lo van a renovar.

Perversidades contra mayoritarias

Ya está dicho: la pelea por la AGN es una radiografía de las relaciones de poder en esta Argentina presidida por una formación disfuncional. Sólo un sistema de gran solidez aguanta presidentes de minoría sin tumultos. Es un activo que a los partidos les conviene resguardar. El seguidismo ingenuo de las encuestas les hace creer a algunos dirigentes que deben toquetear el sistema.

En la última reunión con los bloques amigables del Congreso, miembros de la cúpula del Gobierno explicaron sus intenciones de reformar el modo de elegir legisladores y avanzar con el proyecto de elección uninominal por circunscripción, eliminar las PASO y cortar el financiamiento por parte del Estado del proceso electoral. Este tipo de propuestas intenta convertir la disfuncionalidad del Milei presidente con el 29% de los votos, en una virtud.

Es propio de gobiernos conservadores promover este tipo de sistemas antiliberales como el voto uninominal por circunscripción que le quita la representación de quien perdió. Los politólogos Steven Levitsky y Daniel Ziblatt han dedicado un jugoso estudio sobre el tema.

Quieren matar lo que hizo presidente a Milei

Miguel Pichetto les pidió razones por ese empeño y le respondieron que es porque lo piden las encuestas y porque el sistema sale caro. Pichetto les recordó que el sistema argentino asegura que gobierne quien gane, es trasparente y seguro, al punto de que no hay denuncias de fraude que prosperen en la justicia, la sociedad acepta en paz los resultados y el financiamiento estatal es un freno al avance de la narcopolítica que asuela a otros países de la región.

Le argumentaron que no es bueno que haya en el país 700 partidos. Pichetto retrucó: “- Milei es presidente porque hay 700 partidos; si no, no hubiera tenido ninguna chance de competir”. Milei fue propuesto por Macri, antes de las PASO de 2023, como candidato de Cambiemos. La mesa nacional votó que no entrase y fue presidente por sellos de partidos menores que no existirían si el sistema no fuera generoso en fomentar la participación de todos, aunque sean 700. De hecho, el único partido importante que respaldó a Milei fue el Partido Demócrata Nacional que preside Carlos Balter (hoy director del Banco Nación).

RECOMENDADOS