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La única rival del ex presidente, es la primera mujer que gana una primaria republicana en la historia de Estados Unidos.
En vísperas del “Supermartes”, el día que en una quincena de estados en EE.UU. votan en las primarias presidenciales, definiendo prácticamente quienes irán a las elecciones en noviembre, Nikky Kaley ganó el domingo las internas republicanas del Distrito de Columbia (Washington) apuntándose su primera victoria de la campaña de 2024.
Haley también se convirtió en la primera primera mujer que gana una primaria republicana en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump tiene una gran ventaja sobre Haley y es probable que se enfrente a Joe Biden en las elecciones de noviembre.
El triunfo de Haley detiene al menos temporalmente la barrida de Donald Trump en las votaciones republicanas, aunque se prevé que el expresidente obtenga varios cientos de delegados más en las contiendas del Supermartes.
A pesar de sus derrotas en las etapas iniciales, Haley ha dicho que permanecería en la lucha al menos hasta esas contiendas, aunque no ha querido nombrar ninguna primaria en la que sienta la confianza de que ganará. Luego de su derrota de la semana pasada en su estado natal de Carolina del Sur, Haley insistió en que los votantes en los estados subsecuentes se merecen una alternativa a Trump a pesar de que hasta ahora él ha dominado la campaña.
The Associated Press declaró a Haley como ganadora después de que funcionarios del Partido Republicano en el Distrito de Columbia dieron a conocer los resultados. Obtuvo los 19 delegados en disputa.
“No sorprende que los republicanos que están más cerca de la disfunción en Washington rechacen a Donald Trump y todo su caos”, dijo en un comunicado la portavoz de Haley, Olivia Perez-Cubas, destacando que Haley se convirtió en la primera mujer en ganar unas primarias republicanas en la historia.
Washington, terreno demócrata
Washington es una de las jurisdicciones más demócratas del país, con apenas unos 23.000 republicanos registrados en la ciudad. El demócrata Joe Biden ganó el distrito en los comicios generales de 2020 con el 92% de los votos.
La campaña de Trump emitió un comunicado poco después del triunfo de Haley, en el que la felicitó sarcásticamente al llamarla “Reina del pantano por parte de los cabilderos e internos del Distrito de Columbia que quieren proteger el fallido statu quo”.
Haley llevó a cabo un mitin el viernes en la capital del país antes de dirigirse a Carolina del Norte y a una serie de estados en los que habrá primarias el Supermartes. Bromeó con más de 100 de sus partidarios reunidos dentro de un salón de hotel: “¿Quién dice que no hay republicanos en el Distrito de Columbia? ¡Por favor!”.
“Estamos tratando de asegurarnos de tocar todas las manos que podamos y de hablar con cada persona”, indicó.
Mientras pronunciaba su discurso estándar de campaña, en el que criticó a Trump por incrementar el déficit federal, uno de los asistentes gritó: “Él no puede ganar unas elecciones generales. Es una locura”. Haley coincidió: Dice que ella, y no Trump, es capaz de evitar que Biden sea reelegido.
Aunque durante su campaña ha dicho que es una conservadora declarada, Haley ha tenido un mejor desempeño entre los votantes más moderados y de tendencias independientes.
Cuatro de cada 10 simpatizantes de Haley en las primarias republicanas de Carolina del Sur se consideraban a sí mismos como moderados, en comparación con el 15% de los partidarios de Trump, según AP VoteCast, un sondeo entre más de 2.400 votantes realizado para la AP por NORC en la Universidad de Chicago. Por otro lado, el 80% de los simpatizantes de Trump se identificaron a sí mismos como conservadores, frente a cerca de la mitad de los seguidores de Haley.
Qué es el Supermartes
El Supermartes es la fecha más importante dentro del calendario de las primarias, y aunque hay poco suspenso sobre la definición de las nominaciones de los candidatos, los republicanos esperan conocer si es el último round de Nikki Haley ante el favoritismo de Donald Trump, mientras que los demócratas medirán el voto protesta al presidente Joe Biden, que busca su reelección.
Este martes se vota en una quincena de estados, entre ellos Texas y California, los dos que por su población otorgan mayor cantidad de delegados electores, además de otros de gran peso como Colorado, Virginia, Alabama y Minnesota.
“El Supermartes es una jornada importantísima en el calendario de la política electoral estadounidense. Para los republicanos, ese día se elige el 36% de todos los delegados: 874 de un total de 2.429. Trump necesita 1.215, por lo que puede conseguir una gran parte y tener casi cerrada su nominación”, dijo David McCuan, profesor de la Universidad de Sonoma (California) y experto en política estadounidense.
Aunque matemáticamente lo que suceda el martes no asegura la nominación de Trump, políticamente puede ser la última estocada que necesita tras ganar en todos los estados, incluyendo esta semana en Carolina del Sur, tierra natal de Haley y de la que fue gobernadora durante seis años. Trump solo perdió en el distrito de Columbia este domingo.
Las primarias demócratas
Si bien Biden no es oficialmente el candidato, los otros dos políticos que compiten contra él, Dean Phillips y Marianne Williamson (que había suspendido su campaña y después la retomó), no tienen posibilidad de perjudicarlo.
“Para Biden, las primarias son meramente simbólicas. Salvo un susto de salud, será el candidato. Su trabajo consiste simplemente en unir al Partido Demócrata en torno a él. Si será capaz de hacerlo, está por verse”, manifestó Cooper, director del Instituto Haire de Políticas Públicas.
“Para los demócratas y Biden, el supermartes puede medir la importancia que se le da a cuestiones de política exterior, como lo que ocurre en Gaza e Israel, en estados como Washington y, especialmente, Minnesota, donde los demócratas han tenido dificultades en las últimas elecciones presidenciales”, apuntó McCuan.
Ese voto de protesta fue significativo esta semana en Michigan, estado con una significativa población árabe-estadounidense, donde hubo unos 100.000 sufragios con la opción “sin compromiso” (equivalente al voto en blanco) en repudio a la gestión de la Casa Blanca en la guerra en Medio Oriente.
Esto no es menor, ya que Michigan es considerado un “swing state” (estado pendular): en las presidenciales de 2020, Biden ganó allí a Trump por un margen de solo 154.000 votos de diferencia, poco más de dos puntos porcentuales.
Pese a no estar oficializada, la reedición de la contienda ente Trump y Biden ya está en marcha con acusaciones cruzadas sobre diversos temas como economía, política exterior y, sobre todo, migración, como demostró la visita que hicieron ambos el jueves pasado a la frontera con México.
La edad de los candidatos, un problema
En las últimas semanas, además, volvió a primer plano la cuestión de la edad de ambos: el republicano, de 77 años, pidió al demócrata, de 81 años, que se someta a “un test cognitivo” debido a las “terribles decisiones” que toma.
Trump acostumbra a burlarse de los errores verbales de Biden, descrito como “un hombre mayor con mala memoria” por un fiscal que lo investigaba por la retención de documentos clasificados.
El exmandatario también es propenso a cometer errores verbales: en las últimas semanas mencionó al primer ministro húngaro, Viktor Orban, como líder de Turquía y en una ocasión confundió a la expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, con su principal rival, Haley.
Con información de agencias