Según la Bolsa de Comercio de Rosario llega a 45 kilos por habitante y por año.
Es el menor en 110 años.
El precio, cambio de hábito y sustitución por otras carnes entre los motivos.
Desde la Primera Guerra Mundial, en 1914, cuando Roque Sáenz Peña y Victorino de la Plaza gobernaron la Argentina, nuestro país no registraba un consumo tan bajo de carne vacuna, según un informe difundido por la Bolsa de Comercio de Rosario, “proyectado en 45 kilos por año, el consumo (de carne vacuna) por habitante registra el valor más bajo en al menos 110 años”, señaló.
Los motivos son varios, desde el precio a los nuevos hábitos alimenticios y al reemplazo de carne vacuna por otras carnes como la aviar de la que se consume casi la misma cantidad y la de cerdo que ha crecido a casi 16 kilos por habitante y por año. Así las cosas el total de carne consumida es de 105,7 kilos por habitante y por año.
Ese consumo de proteína era mayor, en casi 115 kilos en 2018.
- Proyectado en 45 kilos por año, el consumo por habitante registra el valor más bajo en al menos 110. años. El consumo total de todo tipo de carnes sumaría 106 kilos el más bajo en 13 años, y por primera vez el consumo de pollo igualaría al de carne vacuna.
- Los 44,8 kilos están muy por debajo del promedio histórico (72,9 kilos) e incluso por debajo el piso del año 1920, cuando se habían consumido 46,9 kilos.
- Pese a todo, en la comparativa internacional Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita, con una ingesta prácticamente igual al de Uruguay y superando ampliamente a Estados Unidos (38 kilos), Australia (27 kilos ) y Chile (26 kilos).
- Al mismo tiempo, el consumo de carne aviar aumentó 2,4 puntos porcentuales de forma interanual. Por primera vez en los registros, el habitante promedio en Argentina consumiría en 2024 la misma cantidad de carne vacuna que de carne aviar (alrededor de 44,5 kilos.).
- El consumo de carne porcina, por su parte, aumentaría 1,1 puntos porcentuales respecto al año previo. Dado el contexto de recesión económica, lo que se observa es una sustitución del consumo de carne vacuna por alternativas más económicas como son el pollo y el cerdo.
- Otro dato es la relación entre la ingesta de carne vacuna y los salarios.
- De acuerdo con las proyecciones, la remuneración bruta promedio del sector asalariado alcanzaría para comprar 146,6 kilos de asado en el 2024. Este dato indica una caída del 5,6% con respecto al 2023, cuando el poder de compra de los sueldos era de 155,2 kilos y es uno de los factores explicativos detrás de la caída en el consumo cárnico que se viene experimentando este año.
- En comparación con el consumo promedio de los últimos diez años, en 2024 cada habitante consumiría cerca de 22 kilos menos por persona, marcando una caída del 13,3%.
- Cabe mencionar que este indicador sirve para tener una idea del poder de compra en términos de la carne, pero sobreestima el mismo, dado que se trata de remuneración bruta y no de remuneración neta. Además, sólo se está considerando al sector asalariado privado, quedando excluidos los monotributistas, trabajadores autónomos, asalariados del sector público, entre otros.
- Puede concluirse que el poder adquisitivo en términos de carne vacuna disminuiría en 2024, ubicándose además por debajo del promedio de la última década. Por otra parte, con relación a los últimos años, los precios resultan favorables a la carne porcina y aviar. La participación de la vacuna en la canasta de consumo caería al 42%, la aviar subiría también al 42% y la porcina llegaría a 16%.