La estrella de Hollywood es un apasionado del motor, pero uno de sus coches más exclusivos destaca por ser limpio y adelantado a su tiempo.
Los famosos son, en su mayoría, ricos. Si hablamos de estrellas de Hollywood, son millones y millones de dólares lo que tienen a su disposición. Esto hace que, en lo relativo a automóviles, puedan comprar el coche que quieran. Sin embargo, entre los actores de Los Ángeles siempre ha habido una tendencia eco que se ha dejado ver en sus monturas, y este coche de Brad Pitt (uno de los varios que tiene) es un ejemplo de ello.
Posiblemente sea uno de los más exclusivos que tiene el actor conocido por éxitos como ‘Troya’ o ‘Malditos Bastardos’, puesto que apenas se fabricaron apenas un centenar de ellos, pero curiosamente es un vehículo que, pasando por la calle, apenas llamaría la atención: para el ojo inexperto se trataría solo de un BMW Serie 7, con bastantes años además, pero quien sabe, podría identificar que está movido por hidrógeno.
Pitt fue uno de los compradores del BMW Hydrogen 7, un coche que fue pionero en una tecnología que incluso a día de hoy está poco extendida.
Se desarrolló en el 2006 y vio la luz tan solo un año después, en un punto en el que todavía los coches híbridos eran una rareza y a los coches eléctricos, como medio de masas, ni siquiera se les esperaba. Sin embargo, BMW llevaba trabajando en el hidrógeno desde hace décadas y en ese momento presentó el primer coche de hidrógeno de fabricación en serie.
Estaba desarrollado sobre la base del BMW 760Li y, en realidad, podría considerarse como un coche bifuel, ya que además de con hidrógeno, con solo pulsar un botón se podía alternar y empezar a funcionar con gasolina. De esta manera, su concepto era ligeramente diferente a los coches actuales.
Y es que, en lugar de optar por un formato de pila de hidrógeno, como es habitual, la marca alemana se decantó por adaptar un motor de combustión para que pudiera utilizarlo como combustible, de una manera muy similar a la línea de investigación que explora actualmente Toyota.
De esta manera, la versión del Serie 7 empleaba un motor 5.4 de 12 cilindros en ‘V’ que desarrollaba una potencia de 260 CV, suficiente como para acelerar de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h limitada a 230 km/h.
Pero lo interesante no eran sus prestaciones, si no su faceta ‘eco’. No era un vehículo 100% limpio, pero con los depósitos de ambos combustibles podía superar los 700 km de autonomía, muchos de ellos expulsando únicamente agua (y muy pocas emisiones) por el escape.
La historia de BMW y el hidrógeno
Sin embargo, el BMW Hydrogen 7 de Brad Pitt no fue el primer Serie 7 movido por hidrógeno que la marca desarrolló. Ya en 1980 se utilizó la base de la berlina para crear el primer automóvil europeo propulsado por hidrógeno líquido criogénico.
El hidrógeno líquido se transportaba en el automóvil a -253 grados Celsius y contaba con un depósito de 93 litros de capacidad, que le permitía alcanzar una autonomía de aproximadamente 300 km.
La clave del modelo estuvo en la tecnología que montó su motor. El hidrógeno contiene menos energía que la gasolina, pero la marca consiguió compensarlo con el uso de un girocompresor, gracias al que las cifras de rendimiento fueron solo un 30% inferiores a las de los motores de gasolina.
La propia BMW reconoce que la tecnología de aquel entonces difería de la actual, señalando que una de las pegas que había era que “el hidrógeno se obtenía aún mediante petróleo crudo o gas natural, en lugar de tecnología de hidrógeno solar”, por lo que no era neutro en emisiones.
9 años después, en 1989 BMW presentó el primer motor de hidrógeno de doce cilindros del mundo en el Salón Internacional del Automóvil de Alemania (IAA) de Fráncfort, llevándolo a circular por vías públicas, en Berlín, el 11 de mayo de 2000.
Antes de darse a conocer el Hydrogen 7, la firma presentó en 2004 un vehículo muy peculiar, el BMW H2R, diseñado como un ‘récord car’ que logró anotarse nueve récords mundiales, incluyendo alcanzar una velocidad máxima de más de 300 km/h. Fue clave porque la tecnología usada en su motor estaba basada en el doce cilindros del BMW 760i, que luego se evolucionaría en el coche de Brad Pitt.
En tiempos más modernos, BMW ha seguido su aventura con el hidrçogeno estableciendo un acuerdo de colaboración con Toyota, presentando en 2023 la primera flota piloto del BMW iX5 Hydrogen y anunciando que en 2028 lanzará su primera vehículo de pila de hidrógeno.