Miles de personas se suman cada día a seguir la expedición submarina que revela especies desconocidas en el Atlántico argentino.
La curiosidad humana por descubrir qué hay bajo la superficie del mar encontró en Mar del Plata un nuevo escenario para desplegarse. Desde hace varios días, un grupo de científicos del CONICET, junto a la fundación Schmidt Ocean Institute, lleva adelante una expedición inédita en aguas profundas del Atlántico Sudoccidental. El operativo, bautizado Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV, tiene como meta explorar zonas nunca antes registradas y mostrar en tiempo real cada hallazgo a través de una transmisión en vivo que ya es furor en redes sociales.
A casi 4.000 metros de profundidad, un vehículo operado de forma remota recorre el lecho marino mientras una cámara de alta definición registra cada rincón y cada criatura que aparece frente al lente. La misión, que cuenta con financiamiento internacional, marca un antes y un después para la ciencia argentina. Nunca antes se había logrado una expedición de esta magnitud, con la posibilidad de recolectar muestras y estudiar la biodiversidad sin alterar el frágil ecosistema que se esconde bajo las olas de Mar del Plata.
Quienes deseen sumarse a la aventura pueden hacerlo de forma gratuita a través del canal de YouTube de Schmidt Ocean Institute, la organización estadounidense que colabora con el CONICET en este proyecto. La transmisión, disponible las 24 horas, muestra imágenes sorprendentes del talud continental y permite a los usuarios ser testigos de descubrimientos que, hasta hace poco, parecían reservados solo para científicos. Esta apertura al público transformó la expedición en un fenómeno viral: la noche del miércoles, el streaming superó los 20.000 espectadores en simultáneo, desplazando del ranking nacional a transmisiones de medios tradicionales como Vorterix y Urbana Play.
La viralidad no se quedó solo en YouTube. En X —la red social antes conocida como Twitter— miles de usuarios comentan cada aparición de especies exóticas y celebran cada momento insólito capturado en las profundidades. Uno de los grandes protagonistas fue una estrella de mar que, por su forma y color, recordó a muchos a Patricio Estrella, el entrañable personaje de Bob Esponja. Las comparaciones no tardaron en volverse meme, impulsando aún más la popularidad del streaming y demostrando que la ciencia también puede ser tendencia.
Pero más allá del impacto en redes, el objetivo de la expedición es claro: profundizar el conocimiento sobre la biodiversidad marina, entender cómo se distribuyen las especies y analizar la relación de estos organismos con su entorno. Para ello, el equipo estudia distintas estaciones de muestreo a profundidades que rondan los 3.900 metros, evaluando variables ambientales y oceanográficas clave para dimensionar la riqueza de vida que habita el fondo marino argentino.
Mientras tanto, la comunidad digital sigue atenta cada avance de la misión. Con cada criatura que se cruza frente a la cámara, se renueva la fascinación por un mundo poco explorado y se refuerza la importancia de apoyar la ciencia local. Gracias a la tecnología y la colaboración internacional, hoy miles de personas pueden asomarse a un universo submarino que hasta hace poco era invisible. Y todo, sin moverse de su pantalla.