Estas dos actrices encarnan a unas imponentes matriarcas que se enfrentan por la subsistencia en un entorno hostil. La serie es de las mejoras que estrena la plataforma en diciembre del 2025.
Ambientada en el Washington del siglo XIX, la serie muestra un oeste inhóspito donde la ley depende de quién la dicta y la moral es un lujo que, muy pocos, pueden permitirse. A lo largo de diez episodios, Los abandonados es un gran añadido de la plataforma al género del wéstern, con una mirada más oscura, más emocional y donde no hay medias tintas.
Dos matriarcas frente a un mundo salvaje
Son dos mujeres las protagonistas. Representan polos opuestos de una misma frontera. Gillian Anderson interpreta a Fiona Nolan, una viuda con una determinación a prueba de fuego, cuya vida gira en torno a la protección de los marginados y huérfanos que sobreviven bajo su amparo. En el otro extremo del territorio, Lena Headey da vida a Constance Van Ness, una terrateniente dispuesta a lo que sea por preservar la fortuna y el legado de su familia. Evidentemente, la relación entre ambas es un polvorín.

En la serie las dos acaban atrapadas en una red de crimen, secretos familiares, amores prohibidos y una codiciada veta de plata que podría alterar el destino de quienes pisan esa tierra implacable. Ese conflicto -entre venganza y poder- dotar a Los abandonados una intensidad emocional que recuerda a creaciones como por ejemplo Hijos de la anarquía (la icónica serie con la que su creador Kurt Sutter marcó una época).
Un elenco de primer nivel en un oeste sombrío
Además de Anderson y Headey, el reparto reúne a intérpretes de generaciones y estilos muy distintos: Lucas Till (X‑Men: First Class), Aisling Franciosi (The Nightingale), Nick Robinson (Love, Simon) y Diana Silvers (Booksmart). Juntos dan vida a un conjunto de personajes marcados por la ambición, el miedo y la necesidad de pertenecer en un entorno donde los códigos cambian con el viento.
Visualmente, Los abandonados apuesta por una puesta en escena que combina la belleza natural de los grandes paisajes del noroeste de EEUU con un enfoque más realista y sombrío. Nada es idílico: la tierra se empapa de sudor y sangre, y los héroes son tan imperfectos como los villanos a los que combaten.
Lo que distingue a la serie de otros intentos recientes de revitalizar el wéstern es su mirada contemporánea. No hay sheriffs silenciosos ni pistoleros solitarios decididos a salvar el día; hay personajes con voz propia, capaces de ejercer el poder y de enfrentarse a los límites que la sociedad les impone. En Los abandonados, sobrevivir no es una hazaña heroica, sino una necesidad.
El tráiler, publicado por Netflix a principios de mes, deja ver el tono tenso de la producción: duelos al sol, alianzas que se rompen y paisajes filmados con un estilo cinematográfico que recuerda más al cine de autor que a una serie televisiva. La fotografía, por cierto, juega con luces y sombras para subrayar lo que la historia sugiere: en este mundo, nadie es completamente inocente.
Las dos actrices protagonistas
Para Gillian Anderson, Los abandonados representa una nueva reinvención dentro de una carrera que se define precisamente por su capacidad de transformarse. Después de convertirse en referente con Dana Scully, encarnar la ironía elegante de Sex Education y el poder inquietante de The Crown, la actriz da un salto al terreno físico y emocional del wéstern sin perder su sello característico: inteligencia, intensidad y carisma.
Lena Headey, por su parte, define a su papel con esa mezcla de frialdad y vulnerabilidad que la caracteriza. Su presencia sirve de contrapunto perfecto al idealismo de su rival, construyendo una tensión emocional que atraviesa toda la narración.
Una de las grandes apuestas de Netflix para el invierno
Netflix promociona Los abandonados como una de sus producciones originales más ambiciosas de la temporada. La serie combina acción y drama. Bajo sus duelos y traiciones late una pregunta universal: ¿quién dicta las reglas cuando la justicia es frágil?
Con todo ello, Los abandonados aspira a convertirse en una referencia dentro de las nuevas producciones de época de Netflix, junto a títulos como The Crown o Peaky Blinders. No se trata solo de recrear el pasado, sino de reinterpretarlo con una mirada moderna sobre el poder, la desigualdad y la supervivencia. El viejo Oeste vuelve a cobrar vida, pero esta vez con protagonistas que mecen tanto la ternura como el uso de la pistola.
